martes, 15 de noviembre de 2011

4 de Noviembre de 2011 - Ensayo Filosófico (Cuerpo y Alma)

Cuerpo y Alma
Introducción
Normalmente pensamos que nuestro yo es algo que está dentro de nosotros, algo que es lo más central de aquello que somos. No obstante, incluso en circunstancias bastante normales hay veces en las que queremos decir que nuestra conducta no expresa “lo que realmente somos”, que “no somos nosotros mismos” o que nos encontramos “junto a nosotros mismos” en el momento en el que estábamos actuando. Esto es, lo que queremos decir es que no siempre todas las conductas expresan quienes realmente somos o nuestra verdadera naturaleza, sólo lo que podríamos denominar como nuestra “auténtica” conducta. Y tercero, muchos han pensado que el yo es algo inmaterial o espiritual, algo distinto o que puede incluso separarse del cuerpo físico, aunque habitando también en el cuerpo y capaz de controlarlo de algún modo. Esta idea del yo como algo inmaterial o espiritual es una parte importante de nuestra idea de alma. Abundan las teorías filosóficas respecto a lo que cuenta como nuestro verdadero yo o verdadera naturaleza, y el tipo de relación que este yo pudiera tener con el cuerpo. Para empezar a tratar estas versiones al respecto, veremos a Platón.

Desarrollo
Platón y las Partes del Alma
Platón es uno de esos filósofos que creen en un yo o alma inmaterial. Su postura defiende que el yo o alma no es sólo inmaterial, es también indestructible e inmortal. Ha existido eternamente antes del nacimiento y continuará igual después de la muerte. Otro rasgo de la versión de yo que ofrece Platón consiste en caracterizar el alma como algo que consiste en un número de partes diferentes. Nuestro yo no es una simple unidad sino que consiste en un número de elementos distinguibles. Platón nos pone el ejemplo de alguien que tiene sed y quiere beber agua, pero también sabe que el agua está envenenada y esta razón le impide beber. Según Platón, el mismo yo no puede tener atributos opuestos; no puede desear beber el agua y a la vez desear no beber el agua. Más bien, afirma, se hacen aquí evidentes las diferentes partes del alma. Hay una parte del alma que quiere beber, y otra que le ordena a la persona que no beba. Según la versión de Platón, la primera parte, que busca beber, es la parte irracional y apetitiva del alma, y la segunda, que le prohíbe beber porque el agua está envenenada, es la parte racional. Platón piensa que el alma tiene tres parte, razón, deseo y espíritu. La razón es la parte del alma que conoce la realidad, y la que calcula también su toma de decisiones. El deseo es la parte irracional, apetitiva, compuesta de los anhelos instintivos, impulsos y apetitos. Incluye todos los deseos físicos, tales como el hambre, sed y deseo sexual. Y Platón añade también una tercera parte, que él denomina parte espiritual. Se trata de algo así como el valor o la autoafirmación. Platón piensa que la existencia de este tercer elemento en el alma se demuestra en casos de conflicto mental, en aquellos casos donde una persona se siente enfadada e indignada consigo misma por tener ciertos deseos. Es la parte espiritual la que se manifiesta en sentimientos como la auto indignación, al igual que la vergüenza, ira. Platón distingue también esta parte espiritual de la parte racional, porque los niños muestran el espíritu mucho antes de demostrar que tienen poderes racionales, y porque algunas veces la parte racional tiene que llamar al orden a la parte espiritual.

Para Platón la salud espiritual o mental, se logra cuando todas estas partes están en un equilibrio armónico entre sí, ejerciendo cada una su propia parte en el todo. Ya hemos visto como la razón es central para la versión que Platón tiene del conocimiento, y no es de sorprender que ahora descubramos que también juega un papel central en su descripción del alma. Según Platón, el papel apropiado de la parte racional es gobernar, dirigir las otras partes del alma; el papel de la parte espiritual es proveer a la razón con la fuerza que necesita para gobernar; y la función de la razón es controlar y regular, con la ayuda del espíritu, la parte apetitiva. Según Platón, los problemas surgen si el yo se desequilibra, si las diversas partes no están desarrollando su papel apropiado, y sobre todo si la razón no puede controlar los apetitos. Porque de lo contrario los apetitos llegan a gobernarnos, y nos convertimos en meros esclavos de nuestros deseos. Con esto, Platón introduce una concepción del yo o naturaleza humana, de que la existencia humana es fundamentalmente una lucha entre razón y deseo, lucha que la razón debe ganar. Según Platón, la razón es la parte superior del ser humano, y los deseos la parte inferior, primitiva, irracional y caótica. Consideramos que nuestros deseos son menos centrales para nosotros, necesitan ser controlados por la razón. Necesitamos ejercer la templanza y el autocontrol. Si se le permitiera hacer lo que quisiera, nos encontraríamos a merced de los apetitos y pasiones irracionales e ingobernables. El cristianismo adoptó la idea de la vida humana como una lucha contra el deseo. Según el cristianismo, el deseo es siempre algo problemático. En la Iglesia de los primeros tiempos, se le consideró un mal contra el que tenemos que luchar. Como mucho, el deseo permanece como distracción de las preocupaciones de un nivel más espiritual, alejándonos de Dios y el mundo venidero, y manteniéndonos atados a las cosas de este mundo. Formas extremas de autodisciplina, abstinencia y austeridad fueran consideradas desde el principio como ejercicios adecuados, y en la historia más amplia del pensamiento cristiano, la bondad y la virtud cristianas han implicado siempre una generosa dosis de auto negación y privación. La vida humana se convierte en un interminable combate entre la razón y las pasiones.

Alma
Platón interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales y, en el caso del alma humana, el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena.

Como todos los griegos, Platón consideró que el alma es el principio que anima los cuerpos de los seres vivos, que les da vida y movimiento. Pero lo peculiar de su concepción se muestra en su visión del alma como principio de racionalidad y dotada de carácter divino.

Para este autor el alma es la parte más excelente del hombre, gracias a ella podemos alcanzar la ciencia y realizar acciones buenas; el alma -al menos la parte más excelente nos vincula con el mundo divino y está dotada de un destino inmortal.

Alma con Cupiscible
Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles. En el "mito del carro alado", Platón representa el alma concupiscible con la metáfora del  caballo malo, poco dócil y que dirige al carro hacia el mundo sensible. Es la parte del alma humana más relacionada con el cuerpo y en ella se encuentran los placeres sensibles y los apetitos o deseos sensibles (deseos sexuales, apetitos por la comida, la fama, la riqueza, etc). Por estar tan íntimamente ligada al cuerpo se destruye cuando éste muere. La sitúa en el Abdomen (hígado).

Alma Irascible
Parte del alma humana en donde se sitúan la voluntad y el valor.
El "mito del carro alado" representa el alma irascible con la metáfora del caballo bueno y dócil a las instrucciones del auriga. Gracias a esta parte el auriga puede seguir a los dioses hacia el mundo de las Ideas y la contemplación de la Idea de Bien. En el alma irascible se encuentra la voluntad, el valor y la fortaleza.
Platón no defiende con claridad ni su mortalidad ni su inmortalidad. La sitúa en el pecho (el corazón).Ver "alma".

Alma Racional
Parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena. El "mito del carro alado" representa el alma racional con la metáfora del auriga. Es la parte más excelente del alma, se identifica con la razón y nos faculta para el conocimiento y la realización del bien y la justicia. Es un principio divino y dotado de inmortalidad. La sitúa en la cabeza (El cerebro).

Dualismo Antropológico
Doctrina filosófica según la cual en el hombre encontramos dos principios con características y destinos distintos, el alma y el cuerpo.

En correspondencia con su dualismo ontológico, Platón defiende un claro dualismo antropológico: creerá que en el hombre encontramos dos principios opuestos: el cuerpo que nos vincula con la realidad material y pertenece al Mundo Sensible, y el alma que es el principio inmaterial, divino e inmortal y que nos vincula con el Mundo de las Ideas.

Para Platón el hombre se identifica más con el alma que con el compuesto de alma y cuerpo por lo que creyó que la encarnación del alma es una situación transitoria y contraria a su destino. La idea del cuerpo como el origen del mal y la ignorancia, y del alma como lo bueno y la dimensión positiva del hombre se concreta en su concepción del cuerpo como cárcel del alma.

Mito del Carro Alado
Alegoría que utiliza Platón para describir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento y el ser.
En el diálogo "Fedro" Platón trata la cuestión de la esencia y partes del alma. Comienza señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición alegórica que la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro alado: el alma es como una fuerza natural que mantienen unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos; los de los hombres no. En nuestro caso, el auriga guía una pareja de caballos, uno hermoso y bueno, otro feo y malo, por lo que para nosotros la conducción resultará dura y difícil.

La fuerza del ala consiste en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose hacia el lugar en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio lo vergonzoso, lo malo y todas las demás cosas contrarias a aquellas las consumen y las hace perecer. Dirigidas por Zeus, las almas de los dioses y las de los hombres marchan por el cielo ordenando y cuidando todo. Después de realizar su tarea van a buscar su alimento hacia el mundo supra celeste, hacia la realidad que se encuentra más allá de la bóveda del cielo. En ese lugar se halla la Justicia, la esencia cuyo ser es realmente ser, el ser incoloro, intangible, cuya esencia es sólo vista por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero Saber, pero no la ciencia de lo que nace y muere, de lo relativo, sino la ciencia de lo que es verdaderamente ser. Las almas de los dioses, dado que son conducidas por dos caballos buenos y dóciles, ascienden sin problemas. La mente de los dioses se nutre de un saber y entender puro por lo que al ver lo que allí se encuentra, se alimenta, se llena de contento y descansa hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelve a su sitio. Las almas de los hombres suben con dificultad pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Así se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba.

De las almas humanas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece consigue ver algo, otras no pueden alcanzar la visión del ser, por lo que les queda la opinión por alimento, "el porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre." Las almas que no han podido vislumbrar nada de lo que allí se encuentra se van gravitando llenas de olvido y dejadez, pierden las alas y caen a tierra. Las siguientes tesis resumen la interpretación más sencilla del mito:

• El alma es el principio de vida gracias al cual los seres vivos pueden realizar los movimientos que le son propios; las cosas naturales están dirigidas y controladas por la divinidad (hipótesis providencialista y teleológica que luego encontraremos en gran parte de la filosofía posterior);

• El alma humana participa de algún modo de la naturaleza divina, pero también de un principio opuesto que la pervierte y la hace caer al mundo de la finitud, contingencia y muerte;

• La parte más excelente del alma humana es semejante a la mente de los dioses y, como la de ellos, se nutre del conocimiento;

• Frente a la realidad física, más allá de la Naturaleza, en el "ámbito supra celeste", se encuentra la auténtica realidad, el ser verdadero caracterizado como la esencia que permanece siempre idéntica a sí misma, que carece de propiedades físicas ("incolora e intangible") y se ofrece solo al entendimiento (dualismo ontológico);

• Nuestro destino está en ese mundo perfecto, mundo al que se llega básicamente mediante la Ciencia de lo absoluto (la filosofía o dialéctica) no mediante el cono-cimiento de lo relativo y mudable (la opinión);

• Cuando se encarna el alma olvida aquello que ha conseguido vislumbrar en el mundo supra celeste (rudimentos de la teoría de la reminiscencia);

• Es habitual también buscar la correspondencia de las partes del alma con los elementos que aparecen en el mito del carro alado: el auriga representa la parte racional, destinada a la dirección de la vida humana, al conocimiento y lo más divino que se encuentra en nosotros; el caballo bueno representa la parte irascible, aquello que permite al alma la realización de acciones buenas y bellas; el caballo malo y rebelde representa la parte concupiscible, aquello que fomenta en nosotros deseos y pasiones y que nos impulsa hacia el ámbito de lo sensible.

Este mito resume perfectamente la propuesta que recorre la totalidad de la filosofía platónica: realizar en esta vida y de forma radical la belleza, verdad y bondad (dado que "lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas").

Teoría de la Reminiscencia
Concepción platónica según la cual conocer es recordar.
En el diálogo "Menón", y con ocasión del estudio de la virtud. Platón presenta la teoría de la reminiscencia o anamnesia. Esta teoría se resume en la idea de que conocer es recordar.
Seguramente Platón no defendía este punto de vista respecto de los conocimientos particulares como los relativos a hechos concretos (el conocimiento perceptivo del tipo "mi mesa es negra") sino respecto de los conocimientos estrictos dotados de universalidad y necesidad, conocimientos como los matemáticos y los que pueda descubrir la dialéctica.

Brevemente: la teoría de la reminiscencia defiende la extraña tesis de que el alma vive sin el cuerpo en el mundo de las Ideas, percibe las distintas Ideas y sus relaciones, se encarna, olvida dicho conocimiento, y, gracias a la intervención de un maestro, consigue rememorar ese conocimiento olvidado. Esto es lo que ocurre con el esclavo que en el diálogo "Menón" logra, gracias a las oportunas preguntas de Sócrates, demostrar un teorema matemático. La teoría de la reminiscencia es el complemento de la teoría socrática del cono-cimiento y de la enseñanza: enseñar no es introducir un conocimiento en la mente de un sujeto sino incitar al alumno a que descubra en su interior una verdad. 

Conclusión
El alma tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos -cuerpo y alma- reciben el nombre de ser viviente.
Platón consideró que estos conocimientos tan excelentes no pueden explicarse a partir de la experiencia meramente empírica o perceptiva y defendió una peculiar visión innatista: cuando conocemos una verdad de este tipo en realidad no estamos aprendiendo algo nuevo sino que nuestra alma recuerda una verdad a la que tuvo acceso antes de encarnarse y vivir en este mundo material, nuestra alma recuerda algo que conoció cuando vivía en el mundo de las Ideas.


lunes, 14 de noviembre de 2011

11 de Noviembre de 2011 - Preguntas

Realizamos las siguientes preguntas:

¿Menciona porque los antivalores le están ganando el paso a los valores? R= porque las personas en la actualidad ya no lo ven como es y promueven los antivalores, además parecen buenos pero a la vez son malos.


¿Por qué la filosofía del perdón puede ser transcendental en este mundo plasmático? R=
Porque abandonaría el egoísmo, habría más confianza y se liberaría la culpa.


¿Qué sentido tiene buscar las cosas que parecieron que son buenas pero en realidad no lo son? R= para tener una mejor visión de la vida, y además las personas que lo practican lo hacen con el fin de quedar bien con las demás personas pero en realidad se mienten así mismos y a los demás.


Esta actividad estuvo muy interesante y divertida ya que todos participamos, y complementamos más estos temas.




28 de Octubre de 2011 – Amor y Manipulación. ¿Cómo Intencionar el sentimiento del amor aplicado en lo que hacemos?

En este día la clase fue de lo que es el amor, como lo intencionamos y el tema de la manipulación, y pues en pocas palabras esta actividad estuvo interesante y divertida ya que todos participamos y algo importante es que complementamos estos temas y descubrimos que la manipulación es una mentira.
La tarea fue la siguiente:                   

¿Cómo Intencionar el sentimiento del amor aplicado en lo que hacemos?

Lo intencionamos cuando estamos realizando las cosas con amor, que verdaderamente te nazcan del corazón para realizarlas con ánimo, esfuerzo, dedicación entre otros.

A continuación esta información nos muestra como intencionar el sentimiento:

Saben qué emociones están sintiendo y porqué. Comprenden los vínculos existentes entre sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras y sus acciones. Conocen el modo en que sus sentimientos influyen sobre su rendimiento. Tienen un conocimiento básico de sus valores y sus objetivos.                                                                                                                                                                                          
Richard Boyatzis define la conciencia de sí mismo como: "la capacidad de permanecer atentos, de reconocer los indicadores y sutiles señales internas que nos permiten saber lo que estamos sintiendo y de saber utilizarlas como guía que nos informa de continuo acerca del modo como estamos haciendo las cosas"

La conciencia emocional comienza estableciendo contacto con el flujo de sentimientos que continuamente nos acompaña y reconociendo que estas emociones tiñen todas nuestras percepciones, pensamientos y acciones y un modo que nos permite comprender el modo en que nuestros sentimientos afectan también a los demás.

El flujo de los sentimientos

El trasfondo de nuestra vida emocional discurre de un modo parejo al flujo de nuestros pensamientos. En el fondo de nuestra conciencia siempre existe algún estado de ánimo que, aunque, por lo general, no nos percatemos de los sutiles estados de ánimo que fluyen y refluyen mientras llevamos a cabo nuestra rutina cotidiana. Pero el día a día hace que estemos mucho más preocupados por nuestro flujo de pensamientos, sumergiéndonos en la tarea que estamos llevando a cabo sin percibir los sentimientos que esto genera en nosotros. Para sensibilizarnos de este ruido subterráneo de estados de ánimo y emociones es necesario que hagamos una pausa mental, pausa que raramente nos permitimos. Nuestros sentimientos nos acompañan siempre, pero raramente nos damos cuenta de ellos, por el contrario, solamente nos percatamos cuando éstas se han desbordado.

Es como si nuestras emociones tuvieran su propia agenda, pero nuestras agitadas vidas no le dejaran espacio ni tiempo libre y, en consecuencia, se vieran obligadas a llevar una existencia subterránea. T toda esa presión mental termina sofocando esa voz interna que constituye la más segura brújula para navegar adecuadamente por el océano de la vida.

A las personas incapaces de reconocer cuales son sus propios sentimientos los podríamos denominar "analfabetos emocionales".

En ciertas personas, esta sordera emocional constituye una especie de olvido de los mensajes que nos manda nuestro cuerpo en forma, por ejemplo, de jaqueca crónica, dolor lumbar o ataques de ansiedad.

Pero la conciencia de uno mismo es una habilidad que puede ser cultivada, por ejemplo con la meditación cotidiana.

21 de Octubre de 2011 - Sociodrama del Existencialismo y Filosofía Postmoderna

Sociodrama del Existencialismo
Reflexión:

Esta actividad estuvo interesante y divertida ya que al presentar el sociodrama del existencialismo nos salio bien para ser imprevisto, para esto nos dividimos en dos equipos todo el grupo, yo presente junto con mis compañeros un problema del existencialismo como cuando una persona es avariciosa, otros compañeros presentaron de ser feliz, entre otros, los equipos casi presentaron lo mismo. Y concluimos con esta actividad que fue muy interesante ya que logramos entender más el existencialismo.

 Filosofía Postmoderna
La identificación de concepto postmodernidad en filosofía y cultura como una entidad distinta del modernismo, y el esclarecimiento de los vínculos entre ambos, es una cuestión aún abierta en la teoría contemporánea. La crítica de las nociones lineales de la historia ha llevado a sus partidarios a definir como posmodernos autores del siglo XIX —sobre todo Friedrich Wilhelm Nietzsche— y aún de la Antigüedad clásica —Protágoras, Gorgias, Isócrates y otros sofistas—. Este artículo examinará brevemente los precursores, pero se concentrará en la producción teórica relacionada de manera más o menos directa con la crisis del estructuralismo en los años 1960.

 La idea de un pensamiento postmoderno ha sido fuente de arduas discusiones y aún lo continúa siendo.

Una de las fuentes de esta discusión se encuentra en que no es capaz de definirse en términos precisos, pues son el resultado de diferentes ideas, pensamientos y percepciones en los distintos campos de la cultura occidental. Así en el campo científico, la teoría de la relatividad y posteriormente la física cuántica, revolucionaron la física gravitacional newtoniana y la forma de interpretar el universo. Del mismo modo lo han hecho en el campo filosófico. En la ciencia ha sido muy importante la enunciación del Principio de incertidumbre de Heisenberg, nombre que define una de las mayores características del pensamiento postmoderno así como las consecuencias del teorema de Bell.

Lo mismo ha ocurrido en el área de la psicología y de la psiquiatría con el devenir del psicoanálisis. Aunque Freud ha sido siempre tratado como un autor moderno en el sentido que si bien critica algunos aspectos de la cultura moderna -especialmente en El malestar de la cultura- algunos de sus seguidores como Laing y Lacan se han deslizado hacia planteamientos posmodernos.

El filósofo italiano Gianni Vattimo define el pensamiento postmoderno con claridad: en él lo importante no son los hechos sino sus interpretaciones. Así como el tiempo depende de la posición relativa del observador, la certeza de un hecho no es más que eso, una verdad relativamente interpretada y por lo mismo, incierta. El modelo determinista de la causalidad, de la verdad de un sujeto fuerte al estilo de Hegel, Kant e incluso Marx y el planteamiento del tiempo lineal como el de Leibniz son puestos en tela de juicio.

En la literatura el postmodernismo -no confundir con postmodernidad- provocó la fusión del espacio y del tiempo en la narración y la percepción difusa de la realidad, así como los distintos puntos de vista del o de los narradores, junto a la simultaneidad de los géneros, especialmente en la novela, llevó a la ruptura de las técnicas clásicas, abolidas por una absoluta libertad tanto en estilo, forma y fondo. La literatura de imágenes donde la realidad y la ficción comparten el mismo espacio-tiempo se asemeja a la cinematografía, donde los dibujos animados comparten los mismos lugares y la misma vida que los actores de carne y hueso.

La postmodernidad, por más polifácetica que parezca, no significa una ética de carencia de valores en el sentido moral, pues precisamente su mayor influencia se manifiesta en el actual relativismo cultural y en la creencia de que nada es totalmente malo ni absolutamente bueno. La moral postmoderna es una moral que cuestiona el cinismo religioso predominante en la cultura occidental y hace énfasis en una ética basada en la intencionalidad de los actos y la comprensión inter y transcultural de corte secular de los mismos.

Es una nueva forma de ver la estética, un nuevo orden de interpretar valores, una nueva forma de relacionarse, intermediadas muchas veces por los factores postindustriales; todas éstas y muchas otras son características de este modo de pensar.

Uno de los síntomas sociales más significativos de la postmodernidad se encuentra en la saga de películas Matrix, donde el realce de la estética y la ausencia de culpa causal, unidos a la percepción de un futuro y una realidad inciertas, se hacen evidentes. Otros ejemplos más relevantes los encontramos en Blade Runner, Irreversible y un ejemplo español de culto Smoking Room. En todos ellos observamos un preeminencia de los fragmentos sobre la totalidad, ruptura de la linealidad temporal, abandono de la estética de lo bello al estilo kantiano, pérdida de la cohesión social y sobre todo la primacía de un tono emocional melancólico y nostálgico.

Los pensadores más destacados de las corrientes posmodernas son Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, entre otros.


14 de Octubre de 2011 - El problema del existencialismo y la Filosofía de Jean Paul Sartre.

Existencialismo

Existencialismo es el nombre que se usa para designar a una corriente filosófica o de pensamiento de corte irracionalista que tuvo su origen en el siglo XIX y se prolongó más o menos hasta la segunda mitad del siglo XX. No se trata de una escuela homogénea ni sistematizada, y sus seguidores se caracterizan principalmente por su reacción contra la filosofía tradicional. Estos filósofos se centraron en el análisis de la condición de la existencia humana, la libertad y la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.

Uno de sus postulados fundamentales es que "la existencia precede su esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él. En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a las moralinas y prejuicios; en esto al observador neófito puede resultarle contradictorio ya que la ética que busca el existencialismo es una ética universal, válida para todos los seres humanos, que muchas veces no coincide con los postulados de las diversas morales particulares de cada una de las culturas preexistentes.

Trasfondo y problema del existencialismo

Voy a limitar mi exposición al concepto de "existencia" tal como es definido por Heidegger en Sein und Zeit y adoptado por Sartre. Este concepto es más radical que la noción de existencia de Jaspers que es un término medio entre Dasein y transcendencia. Con esta restricción voy a bosquejar el trasfondo histórico del existencialismo, con el fin de mostrar que el existencialismo radical es un verdadero "impasse" que proporciona la posibilidad de aprehender de nuevo concepciones pre-modernas de la existencia, es decir, de la existencia del hombre, ya sea dentro del marco de la teoría clásica de la eternidad del mundo, ya sea dentro del de la doctrina cristiana de la Creación. Comparando al existencialismo con Aristóteles o con San Agustín, doy por supuesto que el existencialismo es algo más que una moda ultra moderna y también algo más que una especie de depresión filosófica de una burguesía decadente, como sus opositores marxistas tratan de hacernos creer. Para poder extraer sus últimas implicaciones y consecuencias, el existencialismo no debe ser confrontado con ninguna filosofía académica contemporánea, sino con la teoría griega y con la fe cristiana. El existencialismo es "moderno" por no ser ni clásico ni cristiano.

Filosofía de Jean Paul Sartre
En “El existencialismo es un humanismo” nos dice Sartre que la idea del hombre como un ser libre es una consecuencia inevitable del ateísmo Compara la concepción creacionista, la concepción según la cual Dios ha creado al mundo y al hombre, con la visión técnica del mundo. En el caso de los objetos artificiales la esencia precede a la existencia; la esencia es el conjunto de rasgos que invariablemente deben estar presentes en un objeto para que este objeto sea lo que es. Cuando queremos fabricar un objeto primero nos hacemos una idea de él, nos formamos un concepto en el que se incluyen las cualidades que le van a definir y su utilidad, su finalidad; el concepto expresa en el nivel del pensamiento la esencia del objeto que vamos a fabricar. Así actuamos, por ejemplo, en el caso de un libro o un cortapapel: el artesano se ha inspirado en el concepto de libro o de cortapapel; intenta que en todo aquello a lo que llamamos libro o cortapapel estén presentes los rasgos que piensa mediante el concepto o idea correspondiente. En este sentido se puede decir que la esencia es anterior a la existencia, puesto que primero es el concepto del objeto y luego su existencia concreta; la existencia concreta se intenta acomodar a la esencia que se expresa en la definición del objeto. Según Sartre, los que conciben a Dios como creador lo identifican con un artesano superior, el artesano del mundo: cuando Dios crea las cosas del mundo las crea a partir de la idea que se ha hecho de ellas, del mismo modo que el artesano crea un libro a partir de la idea que de él se ha formado, y por ello el hombre individual es una realización del concepto de hombre que Dios tiene en su mente. En la Edad Moderna la noción de Dios entra en crisis, pero no ocurre lo mismo con la idea de que la esencia precede a la existencia; y, en el caso concreto del hombre, se sigue pensando que existe la naturaleza humana, y a cada hombre como un ejemplo del concepto hombre, exactamente igual que cada libro concreto es un ejemplo del concepto libro. El existencialismo, añade Sartre, es un ateísmo coherente, pues afirma que “si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre... ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después y será tal como se haya hecho. Así pues no hay naturaleza, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere y como se concibe después de la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo.” Con estas tesis Sartre declara la peculiar posición del hombre respecto del resto de seres: empieza existiendo, no teniendo un ser propio, empieza siendo una nada, y se construye a sí mismo a partir de sus proyectos; el hombre es lo que ha proyectado ser. De este modo, Sartre relaciona la libertad con la falta de naturaleza: tener una naturaleza o esencia implica que el ámbito de conductas posibles están ya determinadas; que algo tenga una naturaleza quiere decir que el tipo de conductas posibles que le pueden acaecer está restringida o limitada por su propio ser; pero el hombre no tiene naturaleza, no tiene una esencia, por lo que es libre y es lo que él mismo ha decidido ser.

      La reivindicación sartriana de la libertad es tan radical que le lleva a negar cualquier género de determinismo. No cree en el determinismo teológico, ni biológico ni social: ni Dios nos ha dado un destino irremediable, ni la Naturaleza ni la sociedad determinan absolutamente nuestras posibilidades, nuestra conducta. Somos lo que hemos querido ser y siempre podremos dejar de ser lo que somos. Los fines que perseguimos no nos vienen dados ni del exterior ni del interior, de una supuesta naturaleza, es nuestra libertad la que los elige. Como dice en “El existencialismo es un humanismo”, no se nace héroe o cobarde, al héroe siempre le es posible dejar de serlo, como al cobarde superar su condición. Estamos condenados a ser libres: condenados porque no nos hemos dado a nosotros mismos la libertad, no nos hemos creado, no somos libres de dejar de ser libres. Aunque todo hombre está en una situación, nunca ella le determina, antes bien, la libertad se presenta como el modo de enfrentarse a la situación (al entorno, el prójimo, el pasado). Ni siquiera los valores, la ética, se presentan como un límite de la libertad, pues en realidad, dice Sartre, los valores no existen antes de que nosotros los queramos, no existen los valores como realidades independientes de nuestra voluntad, los valores morales los crea nuestra determinación de hacer real tal o cual estado de cosas. Al escoger unos valores en vez de otros, la voluntad les da realidad. La libertad se refiere a los actos y voliciones particulares, pero más aún a la elección del perfil básico de mí mismo, del proyecto fundamental de mi existencia, proyecto que se realiza con las voliciones particulares.

Esta idea sartriana tiene dos importantes consecuencias:

* hace al hombre radicalmente responsable: no tenemos excusas, lo que somos es una consecuencia de nuestra propia libertad de elección; somos responsables de nosotros mismos, pero también del resto de la humanidad; lo que trae consigo el sentimiento de angustia y, en los casos de huida de la responsabilidad, la conducta de mala fe;

* hace del existencialismo una filosofía de la acción: de forma un tanto paradójica el existencialismo se presenta como una filosofía optimista; paradójica puesto que parecería que al declarar el carácter absurdo de la vida, el ser el hombre “una pasión inútil”, podría fomentar la pasividad, la quietud, pero dado que el hombre es lo que él mismo se ha hecho, dado que se declara que cada hombre es la suma de sus actos y nada más, nos incita a la acción, a ser más de lo que somos: no existe ningún ser que nos haya creado y que dirija nuestra conducta de uno u otro modo.   

7 de Octubre de 2011 - El Superhombre - Federico Nietzsche. Actividad del Fajo. Empresa (historia, slogan y logo).

Federico Nietzsche
El Superhombre

“Yo os enseño el superhombre- El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo? Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de ellos mismos: ¿y queréis ser vosotros el reflujo de esa gran marea, y retroceder al animal más bien que superar al hombre? (...) El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el superhombre el sentido de la tierra!”.

 De la hazaña de la muerte de Dios se saca la consecuencia exigida por el loco. Lo que era posible para el hombre, no lo es para el superhombre: sobreponerse a la muerte de Dios. El superhombre constituye la meta de la tierra desatada de su sol, es capaz de beberse el mar entero y actuar como relámpago abrasador y destructor:

 “Mirad; yo os muestro el superhombre: ¡él es ese mar, en él puede sumergirse vuestro gran desprecio! ¡El es ese relámpago, él esa locura…! Lo único digno de ser amado en el hombre es que es transición y crepúsculo” (Federico Nietzsche, Así habló Zaratustra, prefacio 3, 4).

 Contra los denigradores de la vida y del cuerpo, contra los maestros de la virtud, contra los predicadores de la muerte, contra los compasivos, contra la chusma, Zaratustra proclama en el Superhombre:

 + Un elogio de la vida, del cuerpo, de la salud, de los gozos de la carne.

+ Un elogio de las pasiones, que pasan a ser placeres.

+ Un elogio de las naturalezas fuertes, de los guerreros, de los soldados, frente a todos los sabios ignorantes.

+ Un elogio de las minorías aristocráticas frente a las multitudes y su Estado Democrático.

+ Un elogio de la inversión de valores, de las nuevas tablas en vez de las viejas, del amor al lejano en vez de al próximo.

+ Un elogio de la voluntad de poder.

 Concepción de la Moral

La voluntad de poder es la lucha de la vida que tiene que superarse a sí misma continuamente, que determina todo lo existente. Es la tendencia básica de movilidad de todo lo existente finito. Es la lucha constante y el antagonismo de todo lo existente individual contra todo lo demás.

La voluntad de poder es el verdadero objetivo de la vida:

“Donde quiera que he encontrado algo viviente, he encontrado la voluntad de poder; incluso en la voluntad del criado he hallado la voluntad de ser amo… Y la misma vida me ha confiado este secreto: ´Mira´, me dijo ´yo soy aquello que siempre debe superarse a sí mismo´. Es cierto que vosotros llamáis a esto voluntad de procreación o tendencia hacia el fin, hacia lo más alto, lo más lejano, lo más diverso: pero todo esto no es sino una sola cosa y un solo secreto… Y tú que conoces, tú también eres sólo un sendero y una huella de mi voluntad: ¡mi voluntad de poder, efectivamente camina sobre las huellas de tu voluntad de verdad!” (Federico Nietzsche, Así habló Zaratustra).

La voluntad de poder tiene, según Nietzche, dos cualidades, la afirmación y la negación, que daban lugar a dos tipos. La primera, la afirmación origina el tipo activo, el señor. En el Señor las fuerzas activas prevalecen sobre las fuerzas reactivas. Éstas cuando aparecen, aparecen como activadas, producen al aristócrata y al individuo soberano, el legislador, que tienen como principio regulador la facultad de olvido y como principio teleológico la facultad de la memoria de las palabras. La segunda, la negación, origina el tipo reactivo, el esclavo. En este tipo las fuerzas reactivas prevalecen sobre las fuerzas activas y triunfan sin formar una fuerza mayor.

 El resentimiento es para Nietzsche una reacción que al mismo tiempo que se convierte en sensible y deja de ser activada. Para entender esta definición hay que interpretar el juego que opera entre las fuerzas activas y reactivas.

 La reacción, que en el estado normal o sano tiene el papel de limitar la acción y es explotado por las fuerzas activas en una acción determinada para una tarea de adaptación rápida y precisa, deja de ser activadas para convertirse en algo sentido. El Señor no cuenta exclusivamente con las fuerzas activas, sino que también re-activa la reacción como retardadora de la acción o precipitadora de la acción. El tipo activo engloba fuerzas reactivas pero en un estado en que se definen por un poder de obedecer o de ser activadas. De ahí que la reacción no baste para provocar un resentimiento. En el resentimiento lo que ocurre es que las fuerzas reactivas prevalecen sobre las activas, al dejar de ser activadas. Lo que le falta al resentimiento es precisamente esa cualidad de reactivación y en su lugar aparece la reacción convertida en algo sentido.

 El carácter de las fuerzas reactivas y el espíritu de venganza de prevalecer sobre las fuerzas activas da lugar a un tipo humano. Frente al tipo activo del señor, caracterizado por la facultad de olvidar y por el poder de activar las reacciones, aparece el tipo reactivo del esclavo, caracterizado por su prodigiosa memoria y por el poder de su resentimiento. De este carácter fundamental nacen tres caracteres que, según Nietzsche, perfilan más la figura del resentido.


Actividad del Fajo

Reflexión:

Esta actividad estuvo interesante y divertida ya que al realizar esta actividad, aprendimos que todos luchamos para salir en adelante, además la otra actividad de ir todos con los ojos cerrados y guiados por otra persona, con esta actividad nos dimos cuenta que existe convivencia y confianza en nuestro grupo ya que no nos soltamos tan fácil.   



Empresa:

Todo México es Territorio Telcel


Telcel es la empresa de telefonía celular líder en el país. Nuestra solidez y estructura nos consolidan gracias a la especialización y actualización permanente de todas las personas que trabajamos en ella. Todos nosotros estamos comprometidos a satisfacer de manera eficaz y constante todas las necesidades de comunicación inalámbrica de nuestros clientes.

 Sabemos que la parte importante de la comunicación es el contacto con las personas por eso hacemos uso de la más sofisticada tecnología inalámbrica con el solo fin de que te mantengas comunicado con todo aquello que más te importa de una manera cada vez más rápida y eficiente. Queremos ir más allá de la comunicación misma, nuestro objetivo está orientado a brindarte tranquilidad y satisfacción personal en todos los aspectos de tu vida, y que sientas la seguridad de que con Telcel siempre vas a estar en donde quieres estar.

 Telcel es una marca propiedad de la empresa mexicana Radiomóvil DIPSA. Tiene presencia en todo México y se dedica, entre otras cosas, a la telefonía móvil. Es subsidiaria de la empresa mexicana América Móvil, una filial de CARSO Holding Telecom.

 Nuestra empresa

Es muy joven pero con una gran historia. Se remonta a 1978 cuando iniciamos la instalación y operación de un sistema de radiotelefonía móvil (teléfono en el automóvil) en el Distrito Federal.

 En 1984

Obtenemos la concesión para explotar la red de servicio radiotelefónico móvil en el Area Metropolitana de la ciudad de México, bajo la denominación de "RADIOMOVIL DIPSA S.A. DE C.V.".

 A partir de 1990

Expandemos los servicios de telefonía celular en el Distrito Federal y su zona metropolitana y paulatinamente ofrecemos el servicio a Nivel Nacional.

30 de Septiembre de 2011 - Pintarnos de Payasos

Reflexión:
Al realizar esta actividad me sentí bien ya que al vestirme de payaso no tenía vergüenza, además fue chistoso como presentamos nuestros equipos diciendo los chistes y algo importante que fue la frase de felicidad y amor, además con esta actividad varios de mis compañeros que tenían algo de pena se les quito con esto, incluso unos compañeros que no querían pintarse como payasos fueron pintándose poco a poco hasta que quedaron, esta actividad si cumplió su objetivo que era tomar otra persona. Esta actividad estuvo muy interesante y divertida, con esto me doy cuenta que no solo debemos sonreír a la vida cuando estemos pintados de payasos (otra persona), sino sonreírle a tu vida de diario para sentirnos felices.